martes, 18 de junio de 2013

Escuchar sin barreras y crecer

Omití decir algo importante para mí vida en este momento. Curso primer año de Counseling, con mis 43 años de edad. Pasé por la Universidad de Psicología a los 41, donde cursé y rendí 8 o 9 materias en un año.  Cuando decidí dejar sentí tremenda frustación personal. Me costó y mucho tomar la decisión. Ahora que lo pienso, no sé si fue por mí o por lo que pensarían de mí los demás. Pero...como todo en la vida es aprendizaje, me sirvió para crecer y "darme cuenta de".
Darse cuenta es el primer paso, si me quedaba ahí simplemente me negaba a crecer con la experiencia vivida. Costó y mucho!! Pero...seguí caminando. Fue como Levantarme y Decidir continuar mi camino con otra mirada, con otra actitud. Fue tomar la libre Decisión de Seguir creciendo.

Leí por ahí que "hay que hacerle caso a las intuiciones que tenemos porque, a menudo, nos traen buenos aprendizajes en la vida"de Carls Rogers.
Al leerlo, pensé: qué fácil es decirlo en teoría!. Pero, resulta que si realmente yo lo creo, lo siento, se hace también motor de cambio en mi forma de ver la vida. 

Ayer, gracias a un trabajo práctico que tengo que entregar, ví la película "Mar adentro". ¡¿Cómo expresar lo que sentí?. Todos me dijeron que era algo Duro para ver, y que duraba dos horas. Pero me sorprendí mucho de mí misma con los sentimientos que afloraron gracias a esa profunda peli.
Otra enseñanza? Si!

Siento que si tan sólo tratáramos de aprender a escuchar lo que el otro nos quiere decir con sus palabras. Si tan sólo pudiéramos desmenuzar sus sentimientos al escucharlo y ponernos en su lugar, y sentir lo que siente el otro...quizás nuestra visión, en el ejercicio de la comunicación, haría un cambio radical, profundo. De éso se trata la famosa empatía de la que tanto leo en esta maravillosa carrera que elegí seguir.
Si por un instante, pruebo no juzgar lo que mis oídos oyen, si por un segundo intento ponerme los zapatos del otro y tan sólo Lo escucho con el propio corazón en mis manos...lograría Comprenderlo, Aceptarlo, Amarlo con Sus creencias (aunque no coincidan con las mías), y de ese modo, se daría la Congruencia en mí, y con "el otro", y el Enriquecimiento Me y Nos haría felices y más plenos.

Quizás sea la forma de comunicación verdadera.
Quizás valga más la pena de lo que pienso.
Quizás también, para muchos que están leyendo ésto eso es imposible. Claro! como no juzgar al otro si no estoy de acuerdo con él, si no comparto su forma de ser y actuar?
Pero...quién dijo que es tarea fácil de aprender?
Porque pone en juego un modo de ser de cada uno hasta el momento. Porque nos invitaría a meternos adentro nuestro con otra mirada hacia nosotros mismos, hacia el interior más profundo de cada ser.
Pero quizás, también, valga la pena Intentar a aprender a llevarlo a la práctica.

La vida es un proceso constante, cambiante y fluido.
A vivir pues de la forma que nos salga, pero también de la manera en que nos propongamos, siendo sinceros con nosotros mismos, a seguir caminando.

Sólo pensamientos que quise compartir! Hasta la próxima.

jueves, 13 de junio de 2013

Minuto a minuto

Siento que en estos tiempos la vida, las situaciones, los momentos me Quieren enseñar. El problema es que por más que hago el esfuerzo por escucharla, no encuentro el camino para poder oírla.
Quizás es porque el corazón me pesa más que la razón.
Quizás es porque no comprendo el egoísmo tan arraigado en la gente.
Quizás es porque me siento un “bicho raro” que voy por ahí, con mis sentimientos a cuestas y las ganas de cuidar mi esencia
Quizás es porque me gobierna la desobediencia cuando se refiere a los seres que amo, cuando se trata de luchar por lo que creo justo, noble, sincero. Cuando de amor se trata!
La gente dice tantas frases hechas, elaboradas, consejeras!. Pero nadie se toma la molestia y a nadie le importa Ponerse en los zapatos del otro y tan sólo…comprender. Escuchar. Sin interrumpir, manteniendo la boca cerrada. Sólo Sintiendo lo que el otro, desde el fondo de su alma dice,  vive, piensa.
Tal vez porque en el ejercicio de escuchar a los demás, ponemos en juego nuestras propias barreras para abrir nuestro propio corazón y Descubrirnos tal cual somos.
Tal vez porque si lo pensamos bien…
¿Qué nos pasaría si nos vemos reflejados en lo que el otro dice, vive y piensa?. Es arriesgado no?. Sería bajar las defensas, quedar desnudos y desvestidos del ropaje con el cual disfrazamos al cuerpo ante “la vista de los demás”.
Quedaríamos inmunes, al descubierto, con el temor de que nos conozcan tal cual somos, tal cual “vamos siendo”.  Jugarnos a que “los demás” se den cuenta que Representamos un papel para que nos quieran, nos admiren, nos halaguen. Jugarnos a que “los demás” descubran todo lo que reprimimos cuando nos hacemos los sabios, los que “tenemos todo en claro y vivimos en consecuencia a eso que “supuestamente” tenemos resuelto.
Tristeza pura, para mí.
No, porque no comprenda la situación a la cual nos veríamos Expuestos, sino porque no concibo la vida de esa manera.
Soy de esas personas a las que catalogan de Profundas…y hasta veces tontas por sentir tan adentro del alma.
Me importa poco, a decir verdad.
Lo que si me interesa, lo que sí necesito es aprender a cuidarme. Necesito ese cambio ya. Aprender a elegir con el cuerpo, además de con el corazón. Porque, me está haciendo mal. Me estoy sintiendo mal.
No es un cambio de esencia, es simplemente…aprender a amarme a mí misma cuidando mi propia vida.
Que es fácil? De ninguna manera. Totalmente difícil para ésta que escribe acá y ahora.
Significa un gran desafío poder dejar de lado algunos rasgos de mi propia personalidad, o forma de ser para modificarlos por otros. Difícil, pero Necesarios para poder aprender a vivir de otra manera, más sana, más plena.

Pero Darse Cuenta es una forma de arrancar siempre los caminos que nos proponemos correr. Y luego, actuar en consecuencia.
Quedarse quieto no vá con mi filosofía de vida, porque la quietud no es lo mismo que la soledad.
Es necesario, a veces, quedarse sola para estar conmigo misma, para ahondar profundo dentro de mi ser.
Quedarse quieto, significaría un tipo de “parálisis” del alma. Un no crecer, un no avanzar. Me atrevo a decir que sería una especie de Conformismo, palabra que no me gusta para nada,término del cual no comulgo. 
Esta soy yo. Hoy. Acá y ahora.